Justas literarias del siglo XXIlas batallas de freestyle rap y la renovación del lenguaje entre jóvenes

  1. MOLINERO RIVERO, MANUEL
Dirixida por:
  1. María Isabel Menéndez Menéndez Director

Universidade de defensa: Universidad de Burgos

Fecha de defensa: 23 de xullo de 2021

Tribunal:
  1. Marta Fernández Morales Presidente/a
  2. Susana Bardavío Estevan Secretaria
  3. Francisco José García Ramos Vogal
  4. Francisco A. Zurian Hernández Vogal
  5. Laura Camargo Fernández Vogal
Departamento:
  1. HISTORIA, GEOGRAFÍA Y COMUNICACIÓN

Tipo: Tese

Teseo: 677393 DIALNET

Resumo

Esta investigación tiene como finalidad la construcción de un conocimiento relevante sobre la manifestación cultural discursiva más seguida por los jóvenes de habla hispana en la actualidad: las batallas de Freestyle Rap, modalidad competitiva, dialogada y dramatizada dentro del rap — entendido este como canción hablada— y, por tanto, inserta en la cultura hip hop como vertiente del estilo libre. Nos encontramos ante una de las manifestaciones artísticas más antiguas y universales de siempre: la improvisación poética oral o repentismo, el cual puede rastrearse a través de la historia de los juglares de boca medievales y los trovadores hasta llegar a los actuales improvisadores o freestylers, de manera que estos son a la vez fruto de tradición e innovación. Se trata de un arte donde, más allá de los esquemas métricos y estructuras empleadas a nivel textual, destaca la eficacia comunicativa que se desprenda de la actuación o performance y, en relación, toma especial relevancia la fuerza ilocutiva del mensaje. En este sentido, sobresale la intención del emisor/freestyler, el rol que elije desempeñar, sus características como comunicador y el modo de expresarse que emplea en busca de la mencionada eficacia comunicativa. Los recursos a su alcance son variados e incluyen lenguaje verbal y no verbal, si bien su éxito en la batalla depende de la capacidad de adaptación a la situación comunicativa, de su agilidad mental y/o de sus dotes argumentativas, entre otras cuestiones de relevancia. La performance, por tanto, comprende un sistema de representaciones colectivas donde los freestylers —como actores que emplean los medios de producción simbólica a su alcance— se presentan en base a una estructura moral, emocional y existencial, de modo que ponen en escena, ante una audiencia que debe decodificar el mensaje, un discurso plagado de subjetividades y situado en la frontera entre la teatralización y el mundo interior del individuo que, en última instancia, afectan al proceso de creación. Dicha performance se convierte, en consecuencia, en un producto socio-cultural inserto en un determinado contexto y sujeto al corsé competitivo que le impone la modalidad de batalla de gallos. Es precisamente esta modalidad la que nos retrotrae a las justas literarias del Siglo de Oro español, siendo las controversias y desafíos poéticos parte de la tradición oral y de la cultura viva de múltiples regiones del mundo. En dicho desafío poético cantado, entendido como performance, aparece un doble discurso: el de la poesía y el de la música, acompañados por elementos visuales, kinésicos y proxémicos. Es este el pliegue en el que las justas o certámentes poéticos del Siglo de Oro español, entendidos como rituales literarios que servían para promocionar a los poetas desconocidos, se solapan —en analogía— con las actuales batallas de Freestyle Rap, conocidas coloquialmente como batallas de gallos, de marcado carácter competitivo y burlesco, y seguidas por millones de jóvenes desinteresados, sin embargo, en la poesía. Los paralelismos entre ambos mundos son de diferente índole: cultura oral, uso de fórmulas populares —proverbios—, reunión social en forma de fiesta y contexto de competición. Por ello, se ha realizado el análisis de siete batallas de gallos —las cuales componen la muestra—, incluyendo otras muchas referencias secundarias, con el objetivo de comprender e interpretar la situación comunicativa en la que se establecen dichos enfrentamientos, así como se ha ahondado en los diferentes niveles del lenguaje, comprendiendo que nos encontramos ante representaciones discursivas todas ellas que poseen unos rasgos característicos y una estructura propia. Asimismo, se ha llevado a cabo un estudio cuantitativo para demostrar el auge actual del movimiento y su éxito masivo, sobre todo entre los adolescentes. Los resultados obtenidos determinan que todo aquello que comprende el contexto o situación del discurso —circunstancias espacio-temporales, entorno socio-cultural (los aspectos pragmáticos)— es sumamente importante. Constituida la batalla macroestructuralmente en forma de diálogo improvisado, donde emisor y receptor cambian sus papeles, destaca la espontaneidad como rasgo de estilo y, también, la predominancia de las funciones expresiva, apelativa y fática, dada la interacción entre freestylers y demás actantes —host/speaker o público—, de donde se desprende el uso abusivo de interjecciones, muletillas de carácter fático y enunciados exclamativos, así como el uso de términos tomados del inglés, lenguas de argot, localismos o dialectismos —la falta de planificación previa y la despreocupación por la forma del discurso, en post de la eficacia comunicativa, dan lugar a vulgarismos—, aunque el éxito de la comunicación va mucho más allá de las funciones lingüísticas, y, en consecuencia, paralenguaje y kinésica se erigen como elementos fundamentales del discurso. Destaca la predominancia de estrategias discursivas basadas en figuras retóricas como la metáfora conceptual y, por tanto, la relación directa que se da en el discurso entre lo explícito y lo implícito, es decir, el contexto ilocutivo del mensaje. Se aprecia también, dada la relevancia del conocimiento compartido entre los actantes y las recurrentes alusiones a su mundo de referencias —películas, series, videojuegos, cómics…—, el uso continuado de presuposiciones e inferencias, así como los mecanismos de intertextualidad tanto con textos humanísticos como con discursos anteriores del propio Freestyler Rap. En conclusión, apreciamos no solo el poder social del Freestyle Rap, sino su relevancia como fuente de modelos de esquemas métricos, uso de tropos y figuras retóricas en todos los niveles del lenguaje, con fines persuasivos, expresivos y/o estéticos, y cómo estas ficciones audiovisuales se erigen como producto lingüístico, estético y social, empleado por los jóvenes como vehículo de ideas, herramienta de creación de belleza y mecanismo de discusión. De todo ello, se desprende el potencial pedagógico de las batallas de Freestyler Rap en áreas como la literatura o la filosofía, si bien se deben controlar los aspectos negativos inherentes al formato, como el uso de un lenguaje excesivamente violento o vulgar, o la falta de comprensión y crudeza con la cual los freestylers, amparándose en la ficcionalidad, abordan temas sociales sensibles.