La dramaturgia de la imagen en el teatro multimedia de Katie Mitchell

Resumen

El objeto de este análisis se centra en las escenificaciones multimedia teatrales de la directora Katie Mitchell, desde Waves (2006) hasta La maladie de la mort (2018). El interés radica en la derivación de una consolidada carrera teatral hacia el uso del lenguaje cinematográfico y de los recursos audiovisuales en la escena. El objetivo principal ha sido analizar la dramaturgia de la imagen en los 13 montajes con el fin de ofrecer un mayor acercamiento a su singular poética, así como su aportación a las Artes Escénicas. En el escenario se citan elementos de procedencia diversa para la realización de una producción fílmica con otros más propios del tradicional arte escénico; unos y otros se engranan para transmitir las ideas subyacentes en el texto dramático y transformar la dramaturgia en espectáculo. La presente investigación se centra en este intercambio de lenguajes y en su influencia sobre el proceso de creación teatral. En la primera parte de la tesis, con el fin de comprender el germen y la motivación de la búsqueda artística de Katie Mitchell, se ha contextualizado su producción multimedia a través del análisis histórico de los audiovisuales en el teatro, del estudio de su recorrido profesional y sus principales influencias, así como de la presentación de las 13 escenificaciones y de la gestión horizontal de sus equipos artísticos. En la segunda, se desarrolla el análisis de sus puestas en escena multimedia desde el punto de vista exclusivo de su dramaturgia de la imagen. Puesto que los procesos de escenificación de Katie Mitchell parten siempre del texto dramático, se aborda, en primer lugar, el estudio de su dramaturgia textual, enfocada en la valoración de los procedimientos sobre los textos fuente y en una temática que, heredera de la corriente feminista británica, aborda la dignidad de la persona como preocupación indiscutible de sus creaciones. A partir del tratamiento y el análisis textual, la directora se hace una serie de preguntas cuyas respuestas se materializan en una dramaturgia del espacio en la que confluyen el diseño escenográfico, el diseño audiovisual, el diseño de iluminación y la escritura sonora. El último aspecto que encierra el análisis de la dramaturgia de la imagen es la dirección de actores, entendida esta desde la aplicación del método analítico procedente del naturalismo ruso y a partir de los signos que emanan del intérprete, tanto en la escena como en la pantalla. Mediante la investigación de los elementos comunes de su poética multimedia se observa cómo el audiovisual se convierte en un aliado de la escenificación, pues le permite dirigir la mirada a aquellos detalles imperceptibles para el espectador de las grandes salas de teatro a través de los primeros planos proyectados sobre la pantalla a tiempo real. Si bien el acercamiento que facilita la cámara no es una novedad sobre la escena, sí lo es la escenificación de la corriente de conciencia de los personajes, presente en las novelas de las que parte para la creación de su dramaturgia espectacular, que surge de la necesidad de transmitir la percepción del mundo de sus personajes. Mitchell no solo demuestra la vigencia del método de Constantin Stanislavski, sino que aporta su singular aplicación en el seno del teatro multimedia, sumándose a la evolución naturalista de lo que Ostermeier denomina como el realismo comprometido. Encuentra en la técnica formal de la deconstrucción dramatúrgica la herramienta para desarrollar una narratividad personal más cercana a su percepción global de la realidad y transmitir al espectador lo no mimético y causal de la vida, es decir, lo que esta tiene de irrepresentable. Mitchell hace uso del lenguaje audiovisual para ampliar las perspectivas del espectador teatral del siglo XXI a través de la simultaneidad de estímulos, el pluriperspectivismo y la subjetividad, alejándose paulatinamente de la pieza bien hecha para crear una fórmula innovadora en el terreno del teatro multimedia: los live cinema shows