Ana Manrique de Lara y Piñeiro, Condesa de Puñonrostro. Entre la corte de los Austrias y Zaragoza

  1. Andrés Palos, Elena
Dirigida por:
  1. Juan Carlos Lozano López Director/a
  2. M. Carmen Morte García Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 24 de enero de 2022

Tribunal:
  1. Concha Lomba Serrano Presidente/a
  2. René Jesús Payo Hernanz Secretario
  3. Maddalena Bellavitis Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis doctoral aborda el estudio biográfico de Ana Manrique de Lara y Piñeiro, condesa de Puñonrostro (1560-1615) y su vínculo con la cultura y las artes desde un punto de vista histórico-artístico, cultural y social. Se trata de una investigación que aúna diversas disciplinas, generando un estudio transversal y multidisciplinar. La trayectoria vital de Ana Manrique es un recorrido por la historia social, política, religiosa y artística de 1560 a 1615. Su larga, influyente y prolífica trayectoria en la corte imperial y española como dama y camarera mayor de reinas e infantas, sirvió para forjar su carácter y para establecer un círculo de influencias que la acompañarán a lo largo de su vida. Su leal servicio a la monarquía hispánica, su religiosidad o su inclinación hacia la cultura y las artes literarias como mecenas de las letras, la convierten sin duda en una mujer destacable de la Edad Moderna española. El estudio de sus bienes a través de su dote de novia y su inventario póstumo, evidencian la gran personalidad que fue, teniendo como referentes a las mujeres de la casa de Austria como la emperatriz María, la reina Ana o la princesa Juana. Además, las mujeres de su familia también fueron una gran influencia, principalmente su tía María Manrique de Lara, esposa del canciller de Bohemia y sus primas, Juana Pernstein, duquesa de Villahermosa, y Polixena Pernstein, princesa de Lobkowicz. El silencio bibliográfico sobre la vida de mujeres como Ana, ha provocado durante décadas el estudio parcial de estas personalidades, transmitiendo una imagen que no se correspondió con la realidad y así lo demuestran los estudios de género en diferentes ámbitos, que invitan a seguir reconstruyendo biografías de mujeres que forjaron las vivencias de los sitios reales, siendo testigos privilegiados y activos de lo que allí acontecía. Por otro lado, los datos biográficos sobre Ana Manrique, remiten a una fuerte personalidad con anhelos de gobernar su propia vida de forma independiente, algo que es inevitable destacar y la convierten en uno de los casos excepcionales del Siglo de Oro español. Tras una vida entre ciudades como Nápoles, Praga, Madrid o Burgos, Ana Manrique pasó sus últimos años en Zaragoza, donde fue promotora de la capilla de Nuestra Señora de las Nieves de La Seo zaragozana. La capilla fue financiada por Ana Manrique y sirvió como panteón para ella misma y su hermano, el arzobispo Pedro Manrique. Un conjunto artístico terminado años después del fallecimiento de los hermanos, en el que intervino el artista turiasonense Francisco Jiménez Maza (1598-1670).