Educación sexual en la adolescenciarevisión sistemática de programas y meta-análisis

  1. Barriuso Ortega, Sonia
Dirigida por:
  1. María Fernández-Hawrylak Directora
  2. Davinia Heras Sevilla Directora

Universidad de defensa: Universidad de Burgos

Fecha de defensa: 09 de diciembre de 2022

Tipo: Tesis

Resumen

A pesar de diversos factores que indican la necesidad de impartir la educación sexual durante la escolarización, actualmente sigue sin implementarse en muchos centros educativos. Por otro lado, existen diversos enfoques sobre la manera de realizar las intervenciones y ofrecer la educación sexual desde una perspectiva holística e integral que aborde todos los aspectos de la sexualidad. Además, estudios previos han demostrado que los programas de educación sexual no adelantan la edad de inicio de las relaciones sexuales, reducen la tasa de embarazos no deseados y fomentan el uso de métodos preventivos ante las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). El objetivo de esta investigación es evaluar cuantitativamente la eficacia de los programas de educación sexual en centros educativos destinados a adolescentes a nivel internacional y analizar cualitativamente los elementos del currículo de los programas seleccionados. Se realizó una revisión sistemática y meta-análisis sobre la evidencia científica de la eficacia de los programas de educación sexual dirigidos a adolescentes desarrollados exclusivamente en centros escolares en diferentes países. Se utilizaron las directrices de la Declaración PRISMA 2020 (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) y la estrategia PICOS (population, intervention, comparator, outcome, study characteristics). La búsqueda bibliográfica se realizó a través de seis bases de datos electrónicas Web of Science, Scopus y ScienceDirect, Dialnet, ÍnDICE CSIC y ERIC desde 2000 hasta 2020. La revisión incluyó 47 estudios. El análisis cuantitativo se realizó con los programas estadísticos SPSS y Comprehensive Meta-Analysis. Se calculó el tamaño del efecto mediante la g de Hedges de las actitudes, conocimientos, autoeficacia, intención de uso del condón y abstinencia en cada estudio. Se aplicó el modelo de efectos aleatorios para el cálculo del tamaño del efecto medio. La heterogeneidad se analizó con la prueba Q de Cochran y el estadístico I 2 . Se analizó la influencia de variables moderadoras en el tamaño del efecto mediante análisis por subgrupos en las variables cualitativas y cálculos de metaregresión en las variables continuas. Finalmente se analizaron cualitativamente los objetivos, contenidos, metodología y teorías de cada programa. Solo se pudieron analizar resultados relacionados con las conductas de riesgo ya que los programas seleccionados no evaluaron otras variables. Los programas incrementaron las actitudes hacia la sexualidad y el preservativo (g de Hedges = 0.363), los conocimientos (g = 0.611), la autoeficacia en el uso del preservativo (g = 0.271), la intención de uso del condón (g = 0.583) y la abstinencia (g = 0.219). La heterogeneidad fue elevada en todas las variables resultado por lo cual se analizaron diferentes variables moderadoras. Los análisis de regresión realizados demuestran que el número de mujeres en la muestra, la calidad metodológica de los estudios y la etnia influyen en las actitudes hacia la sexualidad y el preservativo. En los conocimientos influyen el profesional que llevó a cabo la intervención, el número de sesiones y el instrumento utilizado para evaluar el programa. Por otro lado, los programas que se basaban en la abstinencia obtuvieron peores resultados que el resto. En base a las características de los programas analizados, se han elaborado recomendaciones para el diseño de programas y la evaluación de su eficacia. Los programas de educación sexual son efectivos y obtienen buenos resultados en las variables analizadas. No obstante, los programas están muy enfocados hacia las conductas de riesgo y no adoptan un enfoque integral de la sexualidad, cercano al modelo biográfico. Por otra parte, solo se han analizado los efectos a corto plazo, por lo que se deben realizar intervenciones que evalúen los resultados a largo plazo, siguiendo unos criterios metodológicos de calidad. Se deben incrementar los estudios que analizan la eficacia de los programas para poder mejorar los ya existentes y diseñar nuevas intervenciones en base a la evidencia científica.