Seis cartas inéditas de fray Luis de Leónen torno a la polémica sobre la Vulgata y la invitación a participar en la Nueva Imprenta Vaticana de Sixto V en Roma

  1. Patricia Marín Cepeda 1
  1. 1 Universidad de Burgos
    info

    Universidad de Burgos

    Burgos, España

    ROR https://ror.org/049da5t36

Revista:
Hispanic Research Journal: Iberian and Latin American Studies

ISSN: 1468-2737

Año de publicación: 2016

Volumen: 17

Número: 3

Páginas: 224-241

Tipo: Artículo

DOI: 10.1080/14682737.2016.1156373 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

Otras publicaciones en: Hispanic Research Journal: Iberian and Latin American Studies

Objetivos de desarrollo sostenible

Resumen

Después del cierre del Concilio de Trento en 1563, se impuso la propagación máxima de las doctrinas católicas y la lucha contra la herejía, que venía sirviéndose con éxito de los beneficios de la imprenta. Con este fin, Sixto V (1585–1590) creó en 1587 la nueva Imprenta Vaticana para realizar nuevas ediciones de libros religiosos; de ese proyecto emergerá la edición de la Biblia conocida como ‘Vulgata Sixtina’, de corta vida. Asimismo, propuso los nombres de ocho eruditos, teólogos y excelentes conocedores de su propia lengua, como correctores de imprenta. Este artículo analiza cómo uno de los elegidos fue fray Luis de León (1527–1591), apenas una década después de su proceso inquisitorial (1572–1576), motivado precisamente — entre otras acusaciones — por las reservas expresadas acerca de algunos lugares de la Vulgata. Para ello, se han revelado fundamentales las seis cartas inéditas y autógrafas de fray Luis que recogen las circunstancias de dicha invitación a Roma, y que se publican por vez primera en estas páginas. Su interlocutor es el cardenal Ascanio Colonna, alumno de las Universidades de Salamanca y de Alcalá de Henares, protector de escritores (conocido entre los hispanistas porque Miguel de Cervantes le dedicó su primera novela, La Galatea, en 1585), futuro cardenal y virrey de Aragón. De fondo, a través de la correspondencia de Felipe II con su embajador en Roma, el conde de Olivares, se contextualiza el alcance político y económico del debate en torno al proyecto editorial vaticano, truncado a la muerte de Sixto V en 1590.