Un espacio de producción femenino ruralla singularidad del trabajo de las nodrizas de expósitos en Castilla

Resumen

La mayor parte de los niños expósitos recogidos en los hospicios españoles, fueron dados a criar a nodrizas externas a dichos establecimientos, muchas de las cuales pertenecían a entornos rurales. El salario en metálico cobrado por su trabajo de lactancia y crianza, suponía un complemento importante para las débiles economías familiares que, como las castellanas, eran el fundamento de estas comunidades campesinas. A pesar de que las reglamentaciones introducidas por el Liberalismo, procuraron mejorar la calidad asistencial en general, lo cierto es que las difíciles condiciones de vida de estas mujeres -la mayoría pertenecían a las clases menos acomodadas-, prácticamente no se alteraron con respecto al siglo XVIII. Las diferentes vertientes de su labor, continuaron pivotando en torno al hombre. Directores, administradores y funcionarios, fijaron las condiciones de acceso y capacidad. Curas y alcaldes fiscalizaron sus actitudes de esmero y moral. Y, finalmente, sus maridos, percibieron el escaso dinero asignado por su singular actividad.