"Slow ways", una oportunidad para el desarrollo rural y la preservación del patrimonioel caso de la carretera N-623 Burgos-Santander

  1. Francisco Javier Saiz Barrio 1
  1. 1 Universidad de Burgos
    info

    Universidad de Burgos

    Burgos, España

    ROR https://ror.org/049da5t36

Libro:
V Jornadas de Doctorandos de la Universidad de Burgos [Recurso electrónico]: Universidad de Burgos. 11 y 12 de diciembre de 2018
  1. Joaquín Antonio Pacheco Bonrostro (dir.)
  2. José Luis Cuesta Gómez (coord.)

Editorial: Servicio de Publicaciones e Imagen Institucional ; Universidad de Burgos

ISBN: 978-84-16283-58-3 84-16283-58-3

Año de publicación: 2018

Páginas: 181-192

Congreso: Jornadas de Doctorandos de la Universidad de Burgos (5. 2018. Burgos)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

Una buena red de comunicaciones permite mejorar la salud, la educación y el nivel de vida de los habitantes de un territorio. Además de intervenir positivamente en esas tres variables con las que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo determina el Índice de Desarrollo Humano, las carreteras también facilitan el tránsito de personas, el tráfico de mercancías, aportan cohesión territorial y sirven como plataforma de acceso al patrimonio para viajeros y turistas. Ciertas vías tienen, además de todas las funciones anteriores, la virtud de discurrir por entornos de extraordinario valor paisajís-tico y patrimonial. Son lo que algunos han denominado Slow Ways, “caminos lentos” que permiten poner en valor la propia infraestructura, dinamizar la actividad económica de la zona, preservar el patrimonio de su entorno y luchar eficazmente contra el grave problema de la despoblación rural. El trabajo plantea un estudio de caso centrado en el tramo burgalés de la carretera nacional N-623 que une la capital castellana con Santander a través del puerto de El Escudo. Se trata de una vía que transcurre por espacios naturales de gran valor y belleza y en cuyo entorno cercano se localiza un numeroso, extraordinario y variado patrimonio cultural. Castillos, monasterios, palacios, balnearios, un espectacular parque natural, un Geoparque Mundial de la Unesco, una gastronomía variada y exquisita, el pozo subacuático más largo del mundo, la cuna de un héroe legendario o los únicos campos petrolíferos de la península ibérica son algunos de los impresionantes activos de este itinerario. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, una buena parte de la ruta está fuertemente despoblada y cuenta con escasos servicios ¿Es posible aprovechar esta singular infraestructura lineal para ofrecer al visitante un producto cultural sugerente que sirva además para preservar el patrimonio y contribuir al desarrollo económico de las zonas por las que discurre? El objetivo de este trabajo fue encontrar las claves para “comunicar” esos elementos notables de una forma novedosa, atractiva y eficaz. La metodología utilizada ha consistido en una profunda labor de documentación, un detallado trabajo de campo a lo largo de todo el recorrido, algunos estudios complementarios para ver si la carretera reunía las condiciones de seguridad suficientes y, por último, el análisis, sobre el terreno, de una serie de experiencias internacionales de éxito. Todo lo anterior ha permitido obtener una completa caracterización de la carretera y una ajustada valoración sobre sus cualidades como slow way. Los resultados se concretan en una serie de propuestas de actuación como: señalización específica de la ruta, construcción de miradores de im-pacto y de áreas de descanso interactivas, gamificación de los recursos patrimoniales, uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como la realidad virtual, la realidad aumentada, el videomapping, etc. El análisis global de todos los argumentos indica que el proyecto de transformar la vía en una slow way tiene todo el sentido y que, desarrollando las acciones adecuadas y con los apoyos institucionales imprescindibles, podría ser una realidad a medio plazo. La materialización de la ruta ayudaría a modernizar las dinámicas de ocio para los visitantes potenciando el turismo, favorecería la conservación del patrimonio, impulsaría la actividad económica en general pero, sobre todo, mejoraría la vida de las personas que habitan la que hemos llamado “franja de integración patrimonial” de la carretera N-623.